sábado, 11 de enero de 2014

¿Cómo afecta la crisis a los madrileños?


Nos trasladamos hasta el distrito de Villaverde, a San Cristóbal. Es un barrio que presenta la tasa de mortalidad, desempleo, desahucios e inmigración más alta de la comunidad de Madrid. A los amantes del fútbol les sonará por ser el barrio en el que Raúl González Blanco jugó sus primeras pachangas.
Un barrio con tan solo cincuenta años de historia, creado a partir de un tejar del siglo XIX, cuya chimenea aún podemos ver. Construido con frágiles y provisionales casas para albergar a inmigrantes y trabajadores de los polígonos de los alrededores, actualmente cuenta con una población de 20.000 habitantes.
En él conviven personas de todos los colores, como bien se puede ver en las pintadas que presiden su entrada. El multiculturalismo que se da en el barrio es un tema delicado. Por una parte están los que se integran sin ningún problema y por otro lado nos encontramos con las bandas, uno de los principales problemas que se dan en el barrio según sus vecinos. Y es que los jóvenes rumanos, gitanos o dominicanos no parecen congeniar del todo bien.
La violencia es uno de los protagonistas del barrio. Son muchos los que aseguran tener miedo cuando cae la noche y están en la calle. Tanto los robos como la ocupación de las casas (deshabitadas o no), están a la orden del día.
Sin embargo, no todo es malo en este barrio, ni mucho menos. Son muchos los que luchan para que en San Cristobal se viva mejor, desde el programa Basurama hasta las asociaciones de vecinos o la fundación Obra Social Caja Madrid, con quien hemos tenido el gusto de hablar. Todos ellos ayudan a estas familias, víctimas de la crisis económica, personas que  pasean por las calles de este oscuro, triste y  sucio escenario (parece que el gobierno autonómico se olvida de la periferia y los servicios de limpieza tardan más en llegar),personas que han perdido sus casas, otras a las que la crisis no les afecta y otras que siguen siendo tan humildes como lo eran antes.
Puente de colores a la entrada de San Cristóbal
Puente de colores a la entrada de San Cristóbal
Una triste realidad de la que no todos los madrileños son conscientes. Historias que te encogen el corazón, relacionadas con los niños y el hambre que muchos de ellos llegan a pasar. Colegios medio vacíos. Son muy pocos los jóvenes que estudian una vez terminada la enseñanza obligatoria, bien por abandono escolar o bien porque sus familias tienen otras prioridades, como por ejemplo, hacer malabares con el dinero para llegar a final de mes.
Puede parecer que hablamos de una sociedad que no es la nuestra, pero sólo hay darse un paseo por el barrio para conocer a fondo los estragos más amargos de la crisis económica y cómo hay personas que lo están pasando realmente mal.

Metro Serrano junto a Loewe
Metro Serrano junto a Loewe
De uno de los barrios más humildes de Madrid nos trasladamos a la milla de oro de la capital.
La Calle Serrano de Madrid, hito por excelencia del histórico barrio de Salamanca, surge como consecuencia del Plan Castro o Ensanche de Madrid a mediados del siglo XIX. Será el marqués José María de Salamanca quien impulsará lo que actualmente lleva su nombre.
Paseamos por una de esas avenidas que bien nos recuerda a los grandes bulevares de París, o a las grandes avenidas neoyorkinas (salvando las distancias). La Calle Serrano es una de las zonas comerciales más importantes de la ciudad, junto a Claudio Coello y Ortega y Gasset. El barrio de Salamanca es un barrio, como se diría antes, de alta alcurnia, en el que viven alrededor de 150.000 personas.
Para muchos la palabra crisis es tabú, cuando te acercas a preguntar la mayoría de los viandantes salen galopando, “llego tarde a trabajar”, otros no se molestan es escuchar la pregunta.
Dos realidades tan distintas como sus protagonistas. Personas que sobreviven con 400 euros mensuales y otras que pueden permitirse gastar cantidades extravagantes de dinero en artículos de lujo. Sin embargo, en mayor o menor medida, la situación del país les ha afectado a todos. Pero hay quien es verdaderamente consciente de ello,  señalando a los culpables de esta injusta desestructuración social, y hay quien vive inmerso en su universo paralelo, donde lo que verdaderamente importa es que Loewe siempre estará en el número 26 de la Calle Serrano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario